Cuando uno decide salir a la luz, y ocurre siempre, debe saber que va a tener que afrontar sus tinieblas, porque precisamente cuando alguien se quiere iluminar va a dejar expuestas sus carencias. Pero eso no es nada malo cuando está en mí el deseo de que esas insuficiencias se vayan resolviendo, porque lo que estoy pidiendo es ayuda en mis enfermedades. Pero si en lugar de mostrarme como soy, aún desnudo, lo que quiero es jugar con la mentira, escurrirme en las oportunidades, o en la bonanza de las personas, o en el aliento del tiempo, me estoy equivocando por completo porque a la luz mis planes se desbaratan en cuestión de segundos. Lo malo, amigos, no perdura ante la luz.
Nadie va a molestarse, a enfadarse, porque digas NO a las oportunidades, o a lo que nosotros o quienes nos aman creen que son oportunidades, trenes en la vida, porque si hay algún beneficio, será para ti. Entonces, si quieres permanecer en las sombras es mejor que te quedes en la oscuridad, en la complicidad de la noche, porque si te atreves a dar el paso, tú que duermes, hacia la luz( y la luz verdadera) no vas a encontrar artimaña, ni excusa, ni posibilidad, ni astucia que te pueda servir para evitar que te traspase tanta iluminación.
Es mejor correr hacia la verdad sabiendo que lo que soy quedará descubierto que tratar de hacerme de la luz engañándome a mí mismo. Lo que es bueno, al final, es bueno para ti y nosotros nos alegraremos, pero no es bueno para nosotros sino hay felicidad en ti. Haz lo que debes, vive como quieras, haz lo que te parezca pero cuando quieras venir a la luz, que sepas que vienes desnudo.
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