JUAN
18, 33 – 37: Entonces Pilato entró de
nuevo al pretorio y llamó a Jesús y le dijo: «¿Eres tú el Rey de los judíos?» Respondió
Jesús: «¿Dices eso por tu cuenta, o es que otros te lo han dicho de mí?» Pilato
respondió: «¿Es que yo soy judío? Tu pueblo y los sumos sacerdotes te han
entregado a mí. ¿Qué has hecho?» Respondió Jesús: «Mi Reino no es de este
mundo. Si mi Reino fuese de este mundo, mi gente habría combatido para que no
fuese entregado a los judíos: pero mi Reino no es de aquí.» Entonces Pilato le
dijo: «¿Luego tú eres Rey?» Respondió Jesús: «Sí, como dices, soy Rey. Yo para
esto he nacido y para est he venido al mundo: para dar testimonio de la verdad.
Todo el que es de la verdad, escucha mi voz.»
La Pasión, dice
Jordi Cussó, es lo más contrario
a Jesús, el anti ágape. No cabe duda que Jesús muere porque todos morimos, pero muere por el mail innecesario, aquel mal que se podría evitar. Como ocurre en
nuestro tiempo, que también hay mucho mal que se podría evitar. En este caso, si Pilato hubiera querido Jesús no
hubiera muerto. Si el Sanedrín hubiera querido, Jesús no
habría muerto, porque no hacía falta.
En la vida hay
personas a las que yo machaco, quizás lo hago sin querer o
quizás lo hago queriendo, el mal intencionado, o no intencionado, pero un mal que si
dejo de hacerlo evitará el dolor de los demás, incluso del
mío propio. Porque el mal que
más nos hace sufrir se puede evitar y se debe evitar. El supuesto mal que hizo que Jesús perdiera la vida, también se podría haber evitado, y nos sirva de reflexión para entender que ante el
dilema del mal siempre hay algo que yo puedo hacer y que es no hacerlo.
El mandamiento que
nos dejó Jesús dice que ames (por encima de todo), y que cada vez que no amas a tu hermano has matado un vínculo, una
amistad, parte de lo más especial que tenemos los seres
humanos y que nos hace iguales, porque dejar de amar al otro en parte también
es dejar de amarme a mí mismo.
Cómo vivir no es tarea fácil. Esta maravilla
del vivir lleva una parte de cruz, llevar cosas que no son fáciles. Entenderse
a uno mismo, entender a los demás, dejar atrás algunas cosas... Puedo entender
la vida como un gran don, como Cristo, o como una gran cruz. Hay gente que
entiende la vida como una cruz, y cuanto más suframos... en la otra vida ya
estaremos bien. Este valle de lágrimas que nos hace perder casi todo será
recompensado en la otra vida.
La vida tiene momentos de lucha,
complicados. Algunos nos cargamos almas, otros mesas, algunos toda la vida.
Algunos momentos son fáciles de llevar, otros no, y no todo puedo llevarlo
solo.
Mientras haya
posibilidad de cambio, desde lo más sencillo todo es posible. Pero aquí Jesús es
condenado a muerte. Jesús es un hombre que pasó por el mundo haciendo el bien,
pero la gente decidió ir en contra de Él.
No matemos a nadie, por nada. Nadie lo merece
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