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viernes, 6 de marzo de 2015

MATEO 21 LA PIEDRA ANGULAR

MATEO 21, 42 – 43: Les dijo Jesús: —¿No han leído nunca en las Escrituras: “La piedra que desecharon los constructores ha llegado a ser la piedra angular; esto es obra del Señor, y nos deja maravillados”? Por eso les digo que el reino de Dios se les quitará a ustedes y se le entregará a un pueblo que produzca los frutos del reino.
La lectura de hoy, mucho más amplia, nos lleva al lugar de los labradores malvados con todas sus alegorías. Pero no va a ocuparnos a nosotros sino este tema de la piedra angular, aquella que colocada estratégicamente, por su ángulo, sostiene las dos partes de un edificio.



En este pasaje se otorga a los constructores una parecida capacidad creacionista: con la obra de sus manos son capaces de construir edificaciones, casas, que por antonomasia serán el lugar de convivencia de la familia, pero que también incluirá lugares de reunión, de ocio, de lectura, de aprendizaje o de culto… De la obra de estos constructores surgen lugares en los que se desarrolla la vida y a la Creación de Dios que abarca la naturaleza surge otra creación que proviene del ser humano.

El relato en sí no dice en ningún momento que la construcción de los edificadores sea mala, sino que se sostiene equivocadamente cuando la piedra angular no viene puesta por Dios. Se produce aquí un doble criterio: el de los hombres y el de Dios. También se quiere evidenciar la autonomía de ambos, aunque de esa capacidad de unos y Otro el evangelista sostiene que aquello que sujeta el edificio tiene su mejor versión en la elección del Altísimo. No porque el ser humano no sepa sino porque en lo referente a la vida el único sostenedor es Dios.

Cuando en el entramado religioso o civil el ser humano sustituye a Dios puede ocurrir cualquier cosa, históricamente sabemos que cuando Dios fue sustituido por el hombre surgió el nazismo y con ese movimiento la destrucción del ser humano, el fracaso de la humanidad y del pensamiento. Nadie hasta entonces podía imaginar semejante brutalidad. Nada ha vuelto a ser después de aquel capítulo. La piedra angular que sostenía la vida en el Theos vino a ser cambiada por el Antropohos y al sustituir a Dios surgieron los ismos, como el nazismo. Aunque podemos extrapolar esa misma experiencia a los fundamentalismos, que no es que provengan de Dios porque Dios ha sido sustituido.

El mensaje de hoy quiere recordarnos la importancia de aquello, que es fuerte y que sostiene nuestra vida, aunque también nos pregunta ¿Qué es? ¿Es Dios, es una fe, es un ídolo, es una ideología…? Es lícito que teniendo capacidad construyamos pero es necesario que revisemos dónde y en qué estamos fundamentados.

Feliz final de semana.

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