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jueves, 15 de diciembre de 2016

LUCAS 7, 19. HALLAR ESCANDALO


Lucas 7, 19 – 23:  los envió a decir al Señor: «¿Eres tú el que ha de venir, o debemos esperar a otro?» Llegando donde él aquellos hombres, dijeron: «Juan el Bautista nos ha enviado a decirte: ¿Eres tú el que ha de venir o debemos esperar a otro?» En aquel momento curó a muchos de sus enfermedades y dolencias, y de malos espíritus, y dio vista a muchos ciegos. Y les respondió: «Id y contad a Juan lo que habéis visto y oído: Losciegos ven, los cojos andan, los leprosos quedan limpios, los sordos oyen, los muertos resucitan, se anuncia a los pobres la Buena Nueva; ¡y dichoso aquel que no halle escándalo en mí!»


Desde hace unos días que vengo reflexionando acerca de la fe, no como quien tiene una crisis sino como quien se pregunta qué es, en definitiva, algo que sólo, sólo, conocemos Dios y yo mismo. Bien, está la fe de la Iglesia, claro, pero quién la conoce? Aunque lleguemos a decir que lo muestran las obras, la piedad, el amor, el compromiso, la dedicación… uno llega a ser persona nueva en el más absoluto silencio porque la fe, es cierto, supone una realidad inefable y que no se puede comprobar. Más bien es una cuestión de confianza de unos sobre otros que, de algún modo, identificamos en los demás la mano de Dios obrando, la transformación en Cristo y la acción del Espíritu.

La fe es infundable en un mundo tangible. Lo que se funda son las acciones, los actos, de fe de las personas que creen. Y qué motiva a estas personas a comportarse de tal manera? Porque aunque digamos que la motivación es la persona de Cristo que actúa, quizás en muchos casos esté actuando la pura sugestión o la mera creencia. ¿Y eso es malo? De ningún modo, pues qué mejor motivación en la vida que Cristo. ¿Y esto quiere decirq ue estamos huérfanos de Dios? En modo alguno, sólo que desde la gratuidad y la vaciedad hay que redefinir lo que tan alegremente damos por hecho.

Fijémonos en las vocaciones, tanto religiosas como laicales. ¿Todas las vocaciones son ciertas?¿Todas acertadas?¿Cómo se determina si existe o no? No crean, en absoluto, que todas las vocaciones vienen por dirección espiritual, porque eso es mentira. Nos extrañamos a veces de que haya personas que, ejerciendo su servicio, cometan atrocidades, se venzan de avaricia, prevariquen, usen la política, abusen de otros… Son seres humanos eligiendo a otros seres humanos, aunque le llamen discernimiento. Y como en cualquier campo de la vida encontramos a personas que tienden hacia un lado y otros que tienden hacia otro, unos que obran bien y otros que obran mal. Claro, con los que obran mal habrá que ser implacables, aunque sea con caridad cristiana.

Yo les puedo hablar de mi fe, de mi experiencia, de mi creencia… no de la de los demás, aunque puedo hablar de sus obras, de su testimonio, de su religiosidad… La fe, como la verdad, no son exclusivas ni excluyentes, pertenecen a cada ser humano que vive su propia realidad en libertad. Creo que vivimos en una necesidad, urgente, de reubicar términos en este siglo XXI que nos llena de oportunidades.
Que estos días puedan servirnos para vaciarnos de conceptos, de ideas, ideologías, prejuicios y certezas para abrirnos al nacimiento.

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