Translate

domingo, 28 de agosto de 2016

LUCAS 14, 1 EL HIDROPICO

LUCAS 14, 1 – 6: Y sucedió que, habiendo ido en sábado a casa de uno de los jefes de los fariseos para comer, ellos le estaban observando. Había allí, delante de él, un hombre hidrópico. Entonces preguntó Jesús a los legistas y a los fariseos: «¿Es lícito curar en sábado, o no?» Pero ellos se callaron. Entonces le tomó, le curó, y le despidió. Y a ellos les dijo: «¿A quién de vosotros se le cae un hijo o un buey a un pozo en día de sábado y no lo saca al momento?» Y no pudieron replicar a esto.


La historia de muchos cristianos y cristianas, de muchos hijos e hijas de Dios, está ligada a una curación en sábado, a un momento determinado en el que Jesús opta por quebrantar el orden establecido para acercar libertad, amor, caridad a su entorno y a quienes en ese momento necesitan de la mirada desinteresada y acogedora del Maestro. Muchos de nosotros hemos sido rescatados en sábado, porque el sabbath que es para los judíos un día de reposo, de no hacer nada, para nosotros también simboliza, en parte, que no se podía hacer nada. Es decir, que tantas veces se había intentado darnos ayuda que ya no se podía hacer nada, era algo imposible y a nuestros amigos, familiares… les tocaba descansar.

Doy gracias a Dios que quebrantara un sábado para venir a llamarme, porque fue Él quien decidió acogerme cuando ya no podía nada. Creyó que era lícito apostar por mí, pensó que yo valía romper la Ley, que valía la pena hacer algo y que por amarme aceptaría incluso la Cruz, y ante tanta generosidad, ante tanto valor… nadie puede replicarle. La controversia que leemos entre Jesús y los fariseos tiene algo de mi vida impresa, porque la vida a veces puede presentarse como estos fariseos y ya nadie da nada.

Jesús les recrimina a estos guías que si bien no hacen por los demás sí, en cambio, harán por sus propios intereses y les presenta su egoísmo como motor de vida. Pero qué bonito es desprenderse cuando eso me conlleva un problema, una lucha, un desgaste. Qué precioso poder ayudar a alguien a pesar de costarme salud! Qué belleza la que transmite una cristiana (o un cristiano) cuando acepta sufrir y reventarse por otro. No hay nada igual, porque muchas veces la ayuda pasa por quebrar el sábado.

A cuántos nos ha rescatado Jesús del sabbath? A cuántos nos ha devuelto la vida cuando no se podía hacer nada?

En la vida siempre estarán los que aceptan cumplir el sabbath y quienes optan por no sujetarse al no hacer nada, quienes delante de la pobreza, del hambre, de la injusticia dicen: qué podemos hacer, si mi aportación no servirá de nada? No seas como éstos, porque por cada valiente, por cada entusiasta, por cada mujer y cada hombre que decide implicarse en las causas perdidas hoy algunos damos las gracias. Nada está perdido, aunque lo pienses, aunque lo parezca, aunque nadie de nada… Todo está por ganar!!


Lanzarse a vivir es también transgresión, es tener esa capacidad de romper con lo que no tiene sentido, con lo que oprime al ser humano, con lo que nos hace esclavos. Lanzarse a amar es también emoción, a pesar de los fracasos, a pesar de la traición. NUNCA TE DES POR VENCIDO, NUNCA DES NADA POR PERDIDO, todo está por hacer.

No hay comentarios:

Publicar un comentario