Translate

lunes, 18 de junio de 2018

MATEO 5, 38. BOFETADAS

 MATEO 5, 38 – 42: Ustedes han oído que se dijo: “Ojo por ojo y diente por diente.” Pero yo les digo: No resistan al que les haga mal. Si alguien te da una bofetada en la mejilla derecha, vuélvele también la otra. Si alguien te pone pleito para quitarte la capa, déjale también la camisa. Si alguien te obliga a llevarle la carga un kilómetro, llévasela dos. Al que te pida, dale; y al que quiera tomar de ti prestado, no le vuelvas la espalda.


Resistir el mal no es una cuestión fácil en nuestros  días, cuando proliferan todo tipo de atentados y de situaciones que van en contra de la vida humana. La degeneración del planeta, los abusos repetitivos de las cúpulas del poder, el fracaso de la inversión, la desaparición del dinero y los servicios públicos, la mala educación, la precariedad del trabajo, la explotación… Tenemos una larga lista de asuntos que se van agravando cada día y a los que, lamentablemente, es más fácil pagar con el ojo con ojo que con la otra mejilla, pues (seguramente) nos estamos cansando de ser tontitos.

LA argumentación cristiana está bien, es válida, seguramente es una de las mejores propuestas para consegir hacer del planeta un lugar de igualdad, de solidaridad… Pero es una propuesta estéril en un mundo donde el fenómeno del Cristo se queda sólo o en un argumento moral, o en una vía de sostenimiento institucional. Quizás ahora las misiones, los gestos de algunos o los servicios sociales sean el único y mejor testimonio de una religión que tiene abandonadas a las comunidades de base y parroquias, que viven en precariedad. Claro, suficiente tenemos con volver la mejilla a nuestra vida cristiana como para poder atender a quehaceres mayores o universales.

No digo quehaya que dejar de poner mejillas, ni tampoco que no haya que prestar capas. Pero más que capas hay que empezar a prestar otra serie de servicios para determinar qué queremos, a dónde nos dirigimos y cómo ayudamos a mejorar la vida, el planeta o la economía. Necesitamos la implicación de todos para darle un vuelco a la política, a las situaciones de pobreza, a la desfachatez de los bancos, a… Y para ello sí, pondré la otra mejilla… pero de vez en cuando quizás también tenga que dar alguna bofetada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario